
Durante el Imperio Romano, tuvo un gran desarrollo la ingeniería civil, como demuestran los numerosos vestigios que han llegado hasta nuestros días, con miles de kilómetros de calzadas romanas (Ruta de la plata, …), puentes (Alcántara o Mérida), acueductos (Segovia, Mérida) que jalonan casi todos los países de Europa que fueron ocupados por los romanos.